domingo, 3 de mayo de 2009

Estaba tomando un café en un, no sé si café o bar o panadería, pues tenes una panadería en el otro extremo del lugar, no, bar no es porque no tenés barra, es café o panadería o café-pan, bueno pongamos café y listo, estaba con mamá y mi hermana, en fin, una frase se me cruzó por la cabeza, quizás sea conveniente comentar el contexto, mamá nos contaba que en un lugar donde ahora es una tienda de carteras junto a un hotel, era una casa mejor dicho un caserón porque abarcaba al hotel también, en ella vivian unos hermanos de los cuales uno era diferente y la cuestión es que el que era normal supuestamente se casó y se fue a vivia a los estados unidos, y al hermano lo internaron en un psiquiátrico, lo que se preguntaba mi mamá era a quien le habrá quedado la casa, y fue en ese momento cuando se me ocurrió la frase: el matrimonio como plan de escape.

Entonces me puse a pensar en posibles nombres: Benjamín y su hermano Iván, aunque si nos situamos en la fecha, tendrían uno nombres mas como Carlos y Alberto, pensé en una promesa rota: yo te voy a cuidar, y así un montón de boludeces más, como la novia, Alba o Catalina, en un perro como unica compañia del enfermo, El Negro y otros personajes de la cuadra, Doña Teresa la vecina de enfrente que tenía un marido en la política llamado Facundo.

Después también me asombró la idea que una historia pasada pudiera tener tantos elementos de ficción y que con mucha facilidad se pueden inventar cosas a partir de la nada. Increíble, no?




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