miércoles, 11 de junio de 2008

MSN Messenger (con sueño y caramelos masticables en la boca)

Siempre he evitado hablar metáforicamente de cosas que hacen referencia a la tecnología, supongo se debe a que hay tan poco sentido figurado en ella que no quiero ni siquiera insinuarlo, sin embargo no descarto la existencia de algún tipo de poesía dentro de estos artificios dado que en ellos el Homo Sapiens Sapiens ha volcado lo mejor de sí.

La perfección de los algoritmos en un mundo arábigo donde todo tiene sentido o los mecanismos lógicos subyacentes, allí donde los ojos no se posan nunca es justamente donde podemos encontrar la infinitésima parte de un grano de arena en digamos... un sistema cartesiano, todo ello funcionando al únisono en alguna línea de código en algún sistema, me sabe a Isaac Asimov delineando "I, Robot".

Detesto, reitero hablar de estas cosas, preferiría contar que hoy vi el río Paraná y que estaba nublado y que hacía frío pero ya me he hecho de un título y no conviene mezclar las cosas.



Al parapadeo incesante del cursor en la pantalla, como el pálpito de una duda, pienso en esta estúpida magia que llamamos MSN Messenger, respuesta aleatoria al dinámico arrastre de los días o la frialdad de lo exacto, recuerdo de nombres¹ desconocidos pero tan familiares, cuando pienso en aquellos nombres ahora idos que fueron traídos por este medio, de tanto en tanto me encuentro con esta calidez extraña al ver que en la eventualidad de las horas se conecta, un Alguien entonces ese Alguien se conecta y se queda en línea largo rato, aún cuando no se colocan palabras el saber que Alquien está conectado, da una sensación como de toparse en el colectivo y verse, pero estar incluidos en un aglomeramiento de gente, la charla resulta improbable, es enteramente absurdo lo sé.



1- Aqui en estás locas líneas no se incluyen personas, pues la incorporación de una persona invariablemente repercute en menor o mayor medida en las posibles hondonadas personales.