sábado, 24 de mayo de 2008

domingo, 18 de mayo de 2008

Domingo

"Being old for this shit, I keep feeling it..."
Jack Kerouac



Estaba por sentarme a pavotear y abir la boca con algún artículo de esos que me suelen interesar, pienso que no tengo internet en mi laburo, pienso que estas mini vacaciones de la facu pasaron pero en realidad no descansé un joraca sino que me la pasé haciendo cosas.

Esta es la clásica leyenda de domingo: Soda dándole duro a los parlantes del equipo con Cuando pase... y que sé yo, el sol escurriéndose entre los techos de chapa oxidada, las paredes de los edificios, con la lentitud de los hoy, iluminado el sendero de los últimos gatos diurnos y yo wondering around entre dormida y despierta por los pisos de la casa, mientras Foxie hurga en la basura cuando mamá no lo ve.

Así se suspira en todos lados, las rutas que nos devuelven a nuestra rutina o la basura que es arremolinada, junto con hojas secas y polvo, por el vientillo que vino del norte.

Los psicólogos recomiendan que planeemos los domingos y que tratemos de estar ocupados o fuera de casa o ambos, como si este día fuera una especie de agujero negro que engulle... quien sabe que.

No recuerdo si escribí sobre el domingo así, tan abiertamente antes en este blog, no lo sé, creo que el domingo me obsesiona, me es recurrente, porque tiene algo de extraño frente a los demás días algo de desubicado que no descubro.


Antes creía que un domingo perfecto eran la misa, un lindo día. un asado y la familia (Dios extraño al abuelo) reunida en esta mesa larga, ojo, no es que nunca sucedió, de hecho esto ocurría más de lo que hubiera querido, pero ahora un domigo perfecto es esto, escribir, con la incertidumbre de quien escribe algo en un papel, lo enrrolla, lo mete en una botella le pone un corcho y la lanza al medio del agua.


Y ahora Los Pericos le ponen un poco de onda.